La Certificación en Coaching, ¿tiene valor o es un negocio sistema piramidal?

Existen numerosos institutos donde alguien pueda certificarse como coach, cada uno con su propio enfoque. Hay asociaciones internacionales como EMCC (European Mentoring & Coaching Council), ICC (International Coaching Community), ICF (International Coach Foundation), IAC (International Association of Coaching), AIDCP (Asociación Internacional de Coaches Profesionales), AICM (Asociación Internacional de Coaching y Mentoring), entre otros. Además, cada país tiene sus asociaciones nacionales como por ejemplo ASESCO (Asociación Española de Coaching), AECOP (Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos), ACC (Asociación Chilena de Coaching), AAPC (Asociación Argentina de Coaching Ontológico Profesional), AC (Association for Coaching), etc.

Entre tantas entidades certificadoras, ¿cuál sería la mejor? ¿La más grande? ¿La más antigua? ¿La más cara? ¿La más barata? ¿La que exige más horas de estudios? ¿La que dice internacional? ¿La que esta específicamente orientada a un país? Probablemente cada una de las instituciones argumentará que es la mejor, así surge la pregunta: ¿Cuál es el verdadero valor de una certificación en coaching? 

Analizando con un sentido crítico, la certificación en coaching parece un negocio sistema piramidal. En cierto momento un grupo de personas crea una asociación, y empiece a certificar la calidad de cierto programa de formación en coaching. Con el aumento de la cantidad de los miembros, el programa parece cada vez más atractivo y la asociación más seria. Sin embargo, no podemos evaluar objetivamente la calidad de la certificación de estas instituciones. Algunos miembros fundadores podrán tener el genuino interés en profesionalizar la especialidad de coaching, pero no podemos descartar la posibilidad que el interés de otros miembros fundadores, que están arriba en la pirámide, es gozar de unos buenos ingresos. De hecho varias asociaciones piden cuotas anuales de membresía bastante altas, sin demasiados beneficios directos para los miembros coaches.   

Ante esta realidad, en Bolivia se ha intentado hacer las cosas de manera diferente. En 2015, la Universidad Privada Boliviana (UPB) en convenio con Coaching & Development Foundation (CDF) lanzó la primera versión del diplomado en Coaching Certificado. Este programa de formación postgrado, bajo la dirección académica de Wilco van Eldik, es aprobado por el ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia. Eso implica un tipo de garantía de cumplimento de las condiciones y normas académicas de calidad, algo que suele faltar en los programas de formación en coaching avalados por asociaciones nacionales e internacionales.     

La idea original de CDF, y su alianza con la UPB, fue una “democratización del coaching en Bolivia”, es decir ofrecer a los bolivianos la posibilidad de certificarse como coach, con una formación de excelente calidad con una inversión razonable y accesible para la realidad boliviana. Otro principio clave era mostrar que en Bolivia se puede crear y ejecutar programas de formación en coaching que igualan o superan la calidad de programas internacionales, sin necesidad de una dependencia de asociaciones extranjeras que exigen cuotas de montos altos, solamente por “tener una certificación internacional”.   

El diplomado Coaching Certificado UPB/CDF resultó exitoso, y en pocos años se abrieron muchas versiones del programa en seis ciudades de Bolivia, formando cientos de coaches certificados. La mayoría de ellos eligieron libremente asociarse en la Asociación de Coaches Certificados – Bolivia (www.coaching.org.bo). Se puede decir que en sus pocos años de existencia, la fundación sin fines de lucro CDF, gracias a un trabajo voluntario no-remunerado, ha creado el estándar de coaching en Bolivia. Los coaches certificados UPB/CDF lograron, y siguen logrando, muchos cambios positivos en personas y empresas bolivianas.  

Volviendo a la pregunta, ¿Cuál es el verdadero valor de una certificación en coaching?

Tener el certificado de un diplomado en coaching de una universidad reconocida, en combinación con la membresia de una asociación, pueda ser un criterio básico para elegir un coach de calidad. Sin embargo, no es la certificación en si que hace que una persona sea un buen coach. Coaching es un arte, que implica una relación auténtica entre coach y coachee, basado en estándares de trabajo éticos y profesionales. Al momento de elegir su coach se recomienda elegir a alguien en quien tienes confianza y verificar tambien sobre la experiencia del coach, sus valores profesionales, y su enfoque de coaching. 

La esencia de un buen coach es tener un genuino interés en apoyar a una persona en el logro de sus sueños.   

 

Blog por Wilco van Eldik, director Coaching & Development Foundation

http://www.coaching.org.bo/coach/wilco-van-eldik